Cuando todo en tu vida son retos y todo parece estar de cabeza, cuando te sientes estancado, o por el contrario pareces estar en un río revuelto que ha dejado atrás las aguas tranquilas… ¿Qué te sostiene? ¿Qué te mantiene a flote?
Cuando el Universo parece cuestionarlo todo: tus relaciones, amistades, las decisiones que
tomas, lo que haces y cómo lo haces. Cuando aquello que que solía ser fácil y fluido se torna
rudo y tenso, difícil, pesado… ¿Qué te inspira? ¿Qué te ilumina y te da respuesta?
Cuando sientes que te falta la fuerza, que el agotamiento te invade y quisieras soltar la toalla. Cuando no encuentras salida a los problemas que vives y todo se siente negro y oscuro… ¿Qué te alienta y te empuja a seguir?
Cuando la enfermedad toca a tu puerta y afecta tu salud o la de los tuyos, cuando incluso la
muerte se acerca tanto que se lleva a un ser querido… ¿Qué te devuelve las ganas de vivir?
¿Qué le da alegría a tu vida?
Esa energía que nos sostiene y nos mantiene a flote, que nos inspira e ilumina, que nos brinda respuestas de forma inesperada y nos devuelve la alegría y ganas de vivir se llama AMOR. Algunos le llaman fuente creadora, otros Divinidad o Presencia Divina. Pueden llamarla también, el campo de todas las posibilidades.
Da igual como se le llame, lo que importa es que es una fuerza muy poderosa que nos impulsa a todos a la Vida y seguir adelante a pesar de las dificultades y las noches oscuras del alma. Nos permite transformarnos y vivir los procesos que estos tiempos nos ofrecen.
Así que si tú en este momento te identificas con alguna de estas circunstancias, confía en el Amor. Esta mágica energía logrará que vivas la transformación que te corresponde para que
seas el ser humano que viniste a ser, el que eligió encarnar en este tiempo para brillar de una forma única, como sólo tú puedes hacerlo. Recuerda que:
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