Es muy común que cuando un año inicia, se tengan intenciones y propósitos que poco a poco o se dejan de cumplir o ya no se siente ninguna motivación para seguirlos. Entonces termina pasando que el año nos dirige a nosotros en lugar de ser al revés. Es por eso que hoy proponemos que se imagine y visualice como si estuviese terminando nuevamente, y que se piense dónde nos gustarÃa estar y de qué forma.
Que pensemos qué nos gustarÃa haber ya cumplido y logrado para que seamos nosotros mism@s quienes nos llevemos en esa dirección.
Por ejemplo, si siempre se ha tenido el deseo de hacer un viaje, entonces hay que hacer todo lo necesario para realizarlo. Hay que planificar y ver las opciones posibles para que antes de que termine el año se pueda conocer ese lugar y disfrutar de ese sueño que ahora se hará realidad.
Asà como el ejemplo del viaje, para cualquier otra cosa, que este sea el año que tú dirijas. Que tú te lleves a los lugares fÃsicos, mentales, emocionales y espirituales en los que quieres estar una vez que se haya terminado este año. Que lo puedas planificar y ejecutar, que pongas tu intención en ello y hagas los esfuerzos necesarios para que todo ocurra.
Una vez que pongas tu intención, planifiques y hayas hecho todo el esfuerzo que te corresponde, recuerda soltar y entregar al Universo para que éste haga su parte; que genere las sincronicidades y agregue los polvos mágicos necesarios para que las cosas pasen. En este tiempo te toca rendirte y confiar y esperar pacientemente a que todo suceda en armonÃa y gracia, en equilibrio y paz.
Que este sea el año en el que tú tomas el timón de tu vida, en el que te conviertes en el capitán del barco y lo lleves a buen puerto, a un lugar seguro y al mismo tiempo lleno de sorpresas.