

Para cada celebración hay una preparación, se planea un menú especial, se buscan adornos, flores, se pone la mesa bonita, se invita a las personas queridas, cercanas. Todo esto es para que la celebración sea todo un éxito, para que quienes celebran la pasen bien, se diviertan y se genere una agradable convivencia.
Normalmente se tienen muy claras las fechas de todas estas celebraciones y se toma el tiempo para planear y prepararlas, invitar a quienes nos acompañarán, dejar todo listo y disfrutarlas.
Es algo que se debe celebrar siempre. Muchas veces se da la vida por sentada y se olvida celebrarla. Se cree que se vivirá para siempre y que las personas que se aman serán eternas. Se guarda la vajilla fina para eventos “especiales” y los vinos para cuando se es mayor, de forma que lo que más se atesora es lo que menos se utiliza.