Bajo la oscuridad hay muerte, hay dolor, hay sufrimiento, existen las peores pesadillas con escenarios dantescos que a veces muchas almas no comprenden que sean parte de ti y de tu creación. Sin embargo, todo forma parte de este aprendizaje universal que nos lleva a evolucionar como almas y espíritus. Vida tras vida, vamos a experimentar y conocer ambos lados de la moneda: la luz y la oscuridad.
Estamos en una escuela de aprendizaje cuyo nivel es aún infantil. En este paraíso nos diste muchos ejemplos que pocos observan. Por un lado, crecieron sociedades que han desarrollado la tecnología y avanzado con descubrimientos científicos y por otro lado, hay sociedades que realizaron pocos avances en este sentido pero que están muy conectadas a tu divinidad. En muchas ocasiones predominaron las sociedades con la tecnología más avanzada, que fue desarrollada precisamente para crear herramientas de conquista.
La ciencia y la tecnología han avanzado a pasos agigantados pero aún están muy lejos de los avances que otras civilizaciones fuera de este mundo poseen. Por un lado, la ciencia ha entendido y descubierto muchas reglas y leyes de la física, la biología, las matemáticas, la química y otras disciplinas. El ser humano se aboca a entender y corroborar científicamente muchos fenómenos. Cuando la ciencia no puede explicar algo, simplemente lo aceptamos como una verdad.
En el conocimiento espiritual se encuentran tantas verdades que muchos no quieren ver o hacen oídos sordos. Todo aquello que la ciencia no puede explicar, encuentra su razón de ser en el mundo espiritual, el mundo cuántico de las posibilidades infinitas. El mundo espiritual da forma a la energía y al mundo físico.
Si en el ser humano no hubiera tanta injerencia del ego, hubiéramos podido balancear ambos polos y lo mejor de ambos mundos para crecer de forma más equilibrada. Nos has puesto ejemplos frente a nuestras narices sobre cómo en la naturaleza abundan las acciones de cooperación y simbiosis. Hay muchas pruebas de tu existencia: los fractales de Mandelbrot, la geometría sagrada, la ley de Benford y muchas pruebas más del orden que has establecido en el Universo.
Sin embargo, el ego y la ambición han puesto por encima intereses personales en lugar de los grupales. Hay almas con caminos muy distintos y con muchas vidas que saben rápidamente adaptarse y salir adelante. Por otro lado, existen almas jóvenes recién creadas que apenas viven sus primeras experiencias. Es un gran aprendizaje el que nos has dado.
Dios, muchas hermanas y hermanos no saben que para conectar contigo se requiere de la pureza del corazón y es a través de la meditación, la reflexión y la contemplación amorosa que uno puede unir las vibraciones del cuerpo y del ser con tu esencia.
En esta unión suceden cosas maravillosas, nos unimos a tu poder creador, nos colocamos por encima de la ciencia, pues la consciencia da forma al mundo físico. La consciencia está por encima de la materia.Es entonces cuando entramos a tu mundo creador, a ese mundo donde operan los milagros y se dejan de lado las leyes de la física, del tiempo y el espacio. Entramos al mundo de lo cuántico y de las posibilidades infinitas.
Querido Dios, deseo de todo corazón que mis hermanas y hermanos aprendan a comunicarse contigo, pues en la medida en que esto suceda, la conciencia espiritual colectiva de la humanidad permitirá avances significativos en nuestra vida diaria. Solamente a través de esta unión espiritual y esta relación fortalecida contigo, podremos ser capaces de obtener las herramientas necesarias para superar el hambre, la enfermedad, la pobreza, el sufrimiento, la violencia y todo aquello ligado al ego humano. Solamente de esta forma podremos trascender la dualidad, a través de reconectarnos contigo.
Querido Dios, me despido por hoy de ti, espero que muy pronto pueda escribirte una nueva carta, pues aún hay muchas cosas que quiero decirte. Te agradezco por toda tu paciencia y por toda la ayuda que he recibido en estos años, sé que te haces presente y te manifiestas, así como también mis maestros espirituales, a través de situaciones y personas en el día día. Gracias por tu cariño y por tu amor: namasté.
Alejandro Cruz
Escritor
Facilitador(a) en Casa Mahas