Expectativa es una palabra que nos habla del futuro y lo que esperamos. En ocasiones, es bueno determinar las expectativas que tenemos de algo, por ejemplo, que un producto que adquirimos funcione como debe. Desde un coche, hasta un electrodoméstico, esperamos que trabajen bien.
Todo esto lo hemos aprendido desde que somos pequeños y quizá sea esa la razón por la cual también generamos expectativas sobre las personas. Sin embargo, es precisamente en los seres humanos donde no debemos establecer ninguna expectativa, pues no somos un producto programado para funcionar de tal o cual forma. Los humanos somos seres de infinitas posibilidades y por lo mismo nuestro comportamiento y la forma como reaccionamos siempre será impredecible.
Cuando tenemos expectativas sobre alguna persona y éstas no se cumplen, se genera un sentimiento de decepción. Es un sentimiento de vacío, de enojo, de frustración que nos cuesta procesar sin percatarnos de que el error, en primer lugar, estuvo justamente en haber desarrollado esas expectativas. Normalmente esperamos que los demás se comporten o reaccionen como lo haríamos nosotros y gran parte del comportamiento humano es aprendido, se adquiere del ambiente en el que crecemos.
Hazte una propuesta personal de comenzar a eliminar las expectativas que tienes sobre las personas. Déjate sorprender por la forma en que cada uno es. Mira incluso a personas que conoces hace mucho tiempo, como si las miraras por primera vez y observa lo que te pasa. Permite que la magia personal de cada ser te asombre y con ello y deja que una nueva relación y más fresca se establezca. ¡Que la energía vital de cada persona te atrape y te enriquezca, te nutra e incluso te transforme!
Ana María Cepeda